Las empresas latinoamericanas enfrentan un panorama de ciberseguridad cada vez más amenazador. La región experimenta una tasa de ataques cibernéticos significativamente elevada, con organizaciones recibiendo un promedio de 2,716 ataques por semana, lo que representa un 39% por encima del promedio global de 1,955 ataques semanales. De acuerdo con reportes recientes, el número de víctimas de ciberataques en América Latina ha aumentado un 60%, subrayando la urgencia de reforzar las defensas digitales.
Amenazas Críticas para 2026
Ransomware Evolutivo y Extorsión Múltiple
El ransomware seguirá siendo la amenaza financiera más destructiva en 2026. Sin embargo, la naturaleza de estos ataques está evolucionando drásticamente. Los actores de amenazas están implementando una metodología de “doble extorsión” que va más allá de la simple encriptación de datos. Los criminales no solo encriptarán la información, sino que también la robarán y amenazarán con publicarla si no se paga el rescate. Esta estrategia es aún más efectiva porque muchas organizaciones ahora cuentan con respaldos adecuados, por lo que los atacantes simplemente extraen datos sin necesidad de cifrarlos, obligando a las víctimas a pagar para evitar la exposición pública.
Las plataformas de ransomware como servicio (RaaS) permiten incluso a delincuentes sin habilidades técnicas sofisticadas ejecutar estos ataques, democratizando el cibercrimen. En el sector financiero latinoamericano, los grupos de ransomware más activos incluyen CL0P, LockBit, Mispadu, Blind Eagle y Horabot. Las pérdidas relacionadas con ciberseguridad en la región han aumentado más del 400% desde 2017, alcanzando $2.5 mil millones.
Amenazas Potenciadas por Inteligencia Artificial
La transformación más significativa en el panorama de amenazas de 2026 será la normalización de la IA en operaciones delictivas. Los actores de amenazas se están moviendo desde un uso experimental de IA a su integración completa en todo el ciclo de vida del ataque. Los agentes de IA autónomos pueden operar independientemente, probar defensas, identificar vulnerabilidades y lanzar estrategias de ingeniería social cada vez más sofisticadas sin intervención humana.
Un riesgo emergente crítico es la inyección de prompts (prompt injection), donde los atacantes manipulan sistemas de IA para eludir sus protocolos de seguridad y ejecutar comandos ocultos del atacante. Esto representa una nueva clase de vulnerabilidad que explota la naturaleza de los modelos de lenguaje grandes.
El phishing potenciado por IA también se volverá más sofisticado. Los criminales utilizan clonación de voz y deepfakes para crear campañas de vishing (phishing por voz) que imitan de manera hiperrealista a ejecutivos o personal de TI. En Argentina, las campañas de phishing dirigidas a clientes bancarios a través de WhatsApp y SMS son generalizadas, con un crecimiento del 300% en actividad de phishing durante 2024.
Deepfakes y Amenazas Sintéticas
La tecnología deepfake para audio y video abre nuevas posibilidades para que los atacantes suplanten a individuos confiables y obtengan acceso a sistemas seguros. Ya existen casos documentados donde empleados fueron engañados para transferir grandes sumas de dinero después de recibir llamadas telefónicas falsificadas de sus superiores. A medida que esta tecnología se vuelve más sofisticada y difícil de diferenciar de la realidad, estos incidentes se volverán cada vez más frecuentes.
Exfiltración de Datos Sobre Ransomware
Se espera un cambio decisivo en 2026 hacia la exfiltración pura de datos como método principal, en lugar del cifrado tradicional de ransomware. Los atacantes encuentran que simplemente robar datos valiosos y amenazar con publicarlos es más eficiente, efectivo y difícil de defender que cifrar redes completas. Esta estrategia puede ocurrir lentamente durante períodos extendidos sin desencadenar alertas.
Vulnerabilidades Específicas de América Latina
Brecha de Madurez en Ciberseguridad
Aunque la región está experimentando un crecimiento exponencial en digitalización con adopción acelerada de banca digital, fintech y comercio electrónico, este progreso ha superado significativamente las inversiones en ciberseguridad. Las vulnerabilidades sistémicas incluyen:
- Escasez de profesionales especializados: La región enfrenta un déficit crítico de talento en ciberseguridad, limitando la capacidad de respuesta de las organizaciones.
- Fragmentación regulatoria: Cada país tiene marcos regulatorios distintos y en constante evolución, dificultando el cumplimiento y la coordinación regional.
- Infraestructura menos madura: Solo tres de los 21 países de América Latina tienen una estrategia nacional de seguridad digital definida.
Vectores de Ataque Predominantes
El 62% de los archivos maliciosos en América Latina se entregan a través de correo electrónico en los últimos 30 días. Las vulnerabilidades de divulgación de información continúan siendo el tipo de explotación más común, impactando al 75% de las organizaciones en la región. Los países más atacados incluyen Perú, Colombia, México, Jamaica y Paraguay.
Amenazas de Terceros y Cadena de Suministro
Un 70% de las organizaciones a nivel mundial experimentaron al menos un incidente de ciberseguridad material de terceros en el año pasado. Las cadenas de suministro de software, incluidos los paquetes de código abierto envenenados y las imágenes de contenedores maliciosas, se están convirtiendo en vectores de ataque comunes. Para las empresas latinoamericanas que dependen de proveedores globales y locales, esta representa una superficie de ataque en expansión.
Infraestructura Crítica Bajo Asedio
El sector público y la infraestructura crítica —incluyendo gobierno, salud y comunicaciones— se han convertido en objetivos frecuentes. El ataque de ransomware contra el gobierno de Costa Rica en 2022 ejemplifica esta vulnerabilidad, paralizando servicios gubernamentales e imponiendo pérdidas económicas equivalentes al 2.4% del PIB. Los ataques posteriores contra instituciones financieras en Brasil, ataques coordinados en Colombia y compromisos de sistemas en Chile destacan la vulnerabilidad sistémica de la región.
Riesgos Emergentes en Tecnología en la Nube
Configuraciones Erróneas y Exposición de Datos
Las configuraciones incorrectas en la nube representan un vector de ataque fundamental. El 82% de los datos comprometidos en brechas involucraban datos en la nube. Los depósitos de almacenamiento mal configurados siguen siendo un problema generalizado, y en 2026 los atacantes ejecutan escaneos continuos de depósitos abiertos, permitiendo la exfiltración de datos dentro de minutos de la exposición.
Vulnerabilidades de Identidad y Acceso
El 35% de los incidentes relacionados con la nube fueron causados por hackers que obtuvieron credenciales de inicio de sesión reales. La falta de aplicación multifactor fuerte y las relaciones de confianza excesivas crean superficies de ataque significativas, especialmente en entornos híbridos.
Amenazas Cuánticas en el Horizonte
Aunque aún no es una amenaza inmediata en 2026, la criptografía cuántica representa un desafío a largo plazo crítico. Los criminales ya están acumulando grandes conjuntos de datos con la anticipación de que la tecnología cuántica eventualmente los hará accesibles. En 2026, el enfoque estará en identificar vulnerabilidades y migrar a soluciones de encriptación resistentes a quantum antes de que sea demasiado tarde.
Sectores Financiero y Gubernamental Bajo Mayor Presión
El sector financiero latinoamericano ha experimentado un aumento significativo en ataques sofisticados entre 2018 y 2024. Los países más afectados incluyen Brasil, México, Chile, Argentina y Colombia, que representan el 50% de los países víctimas atacados por grupos de actores de amenaza. Los ataques han escalado desde robos de instituciones como el Banco de Chile (2018) hasta filtraciones de datos masivas como la de Bankingly (2024).
Recomendaciones Estratégicas para 2026
Inversión en Defensa Preventiva
El 66% de las organizaciones a nivel mundial planea aumentar sus inversiones en ciberseguridad en 2026, con más del 26% planeando aumentar sus presupuestos en 25% o más. Las prioridades de inversión deben incluir tecnología de ciberseguridad y mitigación, planificación de incidentes y adquisición de talento.
Implementación de Ciberresiliencia Integral
Las organizaciones deben incorporar la resiliencia cibernética en sus estrategias comerciales, incluyendo: gobernanza cibernética organizacional, implementación de tecnologías de detección avanzadas, capacitación regular de empleados para combatir phishing e ingeniería social, seguros de ciberseguridad y planes robustos de respuesta a incidentes.
Vigilancia de Proveedores y Terceros
Dado que casi un tercio de las brechas de datos ahora se originan en proveedores, socios o proveedores, las organizaciones deben establecer requisitos técnicos y contractuales para limitar la exposición externa y desarrollar visibilidad completa sobre cómo fluyen los datos sensibles hacia y desde terceros.
Migración a Encriptación Resistente a Quantum
Aunque 2026 no es la fecha límite final, las organizaciones deben comenzar a evaluar sus sistemas de encriptación e identificar vulnerabilidades potenciales que podrían ser explotadas en una era post-cuántica.
Automatización y Detección Potenciada por IA
Las defensas de IA también serán críticas. Las organizaciones deben implementar sistemas autónomos de detección y respuesta que puedan mantener el ritmo con el tempo acelerado de los ataques impulsados por máquinas.
El panorama de ciberseguridad de 2026 para las empresas latinoamericanas se define por la convergencia de amenazas sofisticadas potenciadas por IA, vectores de ataque evolutivos y vulnerabilidades sistémicas específicas de la región. Mientras que la digitalización presenta oportunidades económicas significativas, la brecha entre el crecimiento digital y la madurez cibernética continúa ampliándose. Las organizaciones que prioricen la resiliencia cibernética integral, inviertan en talento especializado y adopten defensas automatizadas estarán mejor posicionadas para navegar el complejo panorama de amenazas de 2026.